Cuántas veces me busqué
en otros rostros,
otros gestos,
otras palabras.
Y con cuánto dolor
cada vez,
me alejé herida
conciente de la distancia,
de las diferencias;
y sin embargo,
desesperada por reconocerme,
por seguir intentando...
¿Me equivoqué?
Pero acaso ¿soy tan distinta
de la de tu mirada,
tus gestos,
tus palabras?
sábado, septiembre 17, 2005
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